¿Quién puede beneficiarse de un implante coclear?
Los implantes cocleares están diseñados para adultos y niños con pérdida auditiva grave o profundo que han visto limitados los beneficios del uso de audífonos
Generalmente, las personas consultan a su médico cuando experimentan dificultades auditivas o al seguir una conversación, a pesar de estar utilizando audífonos.
EL otorrinolaringólogo puede realizar la primera evaluación y dar consejo. Si se considera un implante coclear como una solución apropiada, el especialista los derivará al hospital de referencia en implantes cocleares.
¿Existe una edad ideal para un implante coclear?
En niños, en especial en los niños sordos perlinguales se recomienda una temprana implantación coclear, alrededor de los 12 a 18 meses de edad, debido a que la audición permite el desarrollo de as capacidades lingüísticas. En personas adultas, no hay un límite de edad máxima para un implante coclear, aunque es fundamental realizar una evaluación cognitiva en ancianos
Durante los primeros años de vida del niño, el cerebro puede adaptarse mejor y está preparado para percibir y evaluar los sonidos. Sin embargo, si las vías auditivas, es decir las áreas cerebrales que normalmente están asociadas con la audición no se estimulan durante los 3 o 4 años, el cerebro comienza a asociarlas con otros sentidos, como la vista. Esto limita la capacidad auditiva, además de retrasar el desarrollo del habla y lenguaje.
Intervención auditiva temprana
Es un término que describe la identificación y tratamiento auditivo desde el nacimiento a los tres años de edad. Para los padres de niños con pérdida auditiva, el período de intervención temprana representa el tiempo en que deben tomarse las decisiones con respecto al resultado deseado de comunicación y en el que se planifican los pasos necesarios para lograr el resultado final elegido.
La intervención temprana es muy importante dado que, para un bebé o niño con pérdida auditiva, el tiempo es esencial. El cerebro humano está programado para aprender el lenguaje oral durante los primeros seis años de vida, sin embargo, los tres primeros son los más importantes.